Para la memoria

Esta es una idea que se me ocurrió cuando me mudé 

y tuve que rellenar espacios grandes con pocos muebles.

Además de acomodar muebles que no sabés donde poner.

De todas maneras ya conté que aquí en casa los muebles van rotando

por toda la casa según la inspiración del momento.

Además tenía que solucionar el problema de un hijo y un esposo olvidadizos (?)

Las fotos las tomé de noche y veo que no fue suficiente la luz.

Tenía dos cuadros en mi antigua sala con unas lindas láminas, pero muy de los años 80.

Uno lo usé para este objetivo y el otro para un espejo que después voy a mostrar.

La láminas estaban muy descoloridas por lo cual las descarté, 

entonces tomé uno de los marcos, lo pinté con pintura acrílica color verde, 

y lo realcé con una línea finita en un tono más claro que es como el color de las paltas. 

También pinté el paspartout con el mismo tono claro porque estaba bastante sucio. 

En el centro pegué con pegamento universal un corcho finito sobre una plancha de tergopol que sostuve por detrás con varillas. Para colgar, un alambre triple sostenido de un costado al otro.

Ahí se ponen con chinches las facturas a pagar, los tickets, estampitas que me regalan, tarjetitas, algunos adornitos, una espiguita para San Cayetano para que nunca falte el trabajo, etc.

En fin, la frase dice: "cada maestro con su librito" y en este caso es

"cada casa con su corcho".

Para redondear la historia de este rincón, les cuento que está justo al entrar a casa, 

por la puerta de servicio. Lo pensé para que no resista un olvido o una pérdida pero aunque no lo 

crean, en mi casa todo es posible.

Debajo del corcho, como lo llamamos, hay una mesita que Victoria compró en un remate.

Debajo hay un canasto de mimbre que pinté de negro y está lleno de restos de telas gruesas, restos de guata, goma espuma, etc, en fin, todas esas cosas que nunca  hay que descartar. 

Todo sirve!!!!!

Al lado hay un perchero que compré cuando recién me casé y que un par de años después

 reciclé pintando una guirnalda de florcitas. 

Ahora las veo y me dan ternura. En cualquier momento lo re reciclo, jijiijijiji!

Por supuesto es para los abrigos, paragüas, carteras, bufandas, las bolsas para hacer compras en el supermercado, etc.

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Como pueden ver, la mesa está para dejar los anteojos de sol, y también tengo un frasco con alcohol en gel (altamente recomendado al entrar a tu casa viniendo de la calle). Hay una canasta hecha con el sistema de rag rug (alfombra trenzada de trapos), que mis hijos me regalaron en un viaje que hicimos a Boston, Massachusetts, en el mes de octubre (les cuento a mis amigas del hemisferio norte que nosotros festejamos el día de la madre en ese mes) y yo recibí mi regalito.

Dentro de esa canasta se dejan las llaves del automóvil y las de casa. 

Es muuuuuuuuy útil, por favor, pruébenlo.

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En un marco de fotografía puse una hoja con un recordatorio de lo que mi hijo tiene que llevarse cuando se va al departamento para quedarse toda la semana (igual, a veces se olvida algo).

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Este rincón es súper útil, pero no es un ricón de la casa que me agrade. Está al entrar y es el principio de un pasillo que sale a la galería del fondo de mi casa y también da al cuartito donde guardo mis telas, al lavadero y a un baño.

Tengo planeado hacer un mueble para este pasillo 

(si logro convencer a mi señor esposo...........)

Y así es como me gustaría que quedara

Esta imagen la tomé prestada de Houzz que es un programa para tablets (según me dijeron) que recopila unas 500 o 600 mil imágenes de decoración. No es genial? 

Si algún día lo logro van a ser las primeras en verlo en este mi rincón donde soñar es ultra gratis y además como ya conté alguna vez, uno puede bla bla bla bla bla bla bla bla ......no?

Nos vemos la próxima! Un beso y gracias por soñar conmigo, Sil