Fin de año

Este es el último fin de semana del año.

Lunes y martes no fui al gimnasio 

porque tuve una maratón en mi cocina.

Rellenos varios, comidas frías para guardar

 para el día después de noche buena,

de postre mousse de banana, en unas copas muy lindas, 

de las que no saqué ninguna foto,

corridas al supermercado, dos o tres regalos de último momento, en fin, yo que soy tan organizada, este año me llevé la materia a diciembre.

Miércoles y jueves, los días del festejo, mucha comida y bebida, 

catorce personas a la mesa,

todos mis hijos y sus parejas durmiendo en casa,

 los perros enloquecidos con los cohetes pero no tanto como otros años (se nota la miseria a la hora de los cohetes).

Viernes, feriado puente, como le llaman ahora a la vagancia, que sirve solo para los que se van unos días de vacaciones. Para los que nos quedamos sirve para seguir comiendo, aburrirse,

 encontrar la mitad de los comercios cerrados, en fin.

Sábado y domingo, días de descanso, pero como venimos descansando tanto, no se sabe ni que día es.

Como dijo mi hijo: mamá, hoy ni parece un día!

Me levanto a la mañana totalmente despistada. Mañana es lunes, pero parece domingo y comienza una repetición en espejo de la semana anterior. No veo la hora de que llegue el 5 de enero para retornar a la realidad y a la normalidad.

Estas son fotos que fui tomando y no tuve tiempo

 de sentarme tranquila a poner en un post.

No tienen nada que ver con nada

 pero son fotos que me gustan y quiero compartir.

Parece una tela, no?

Es un excelente tono de amarillo

Pero es una masa.

Rica, rica. Bien casera y saborizada con orégano y otras hierbas.

¡Me encanta amasar!

La rellené con berenjenas y el resultado fue espléndido.

Esta es una foto que me envió mi hija y que sacó de internet. Me parece de una ternura infinita.

Este cuenco lo hice para una sobrina que cumplía años.

Este es un apoya fuentes, pava, lo que gustes.

ES TOTALMENTE ADICTIVO

Tengan cuidado. En mi total exageración, fui a la fábrica
de cordón de algodón y compré 1000 mt.

Tengo claro, que en cuanto me siente con la máquina
 y los miles de restos de tela que tengo esos mil metros
desparecen como por arte de magia.

Y como conté tantas veces, el hacer un trabajo con restos de tela
me produce doble satisfacción.

Adoro usar hasta la última hilacha de tela.

 Absolutamente novata en el tema, mi profesora me dio un par de instrucciones básicas y me lancé al mundo de prueba y error. Cuando la base es muy chica los cuencos quedan como sombreritos chinos.

Este verde tuvo que quedar en una pequeña caramelera
 porque si no, se da vuelta.

 Cuando la base es mas grande, se puede usar para poner frutas, panes, las llaves del auto en la puerta de entrada, en fin, lo que quieras.

Hice uno muy chiquito para poner en la mesa de noche y ahi dejar los aros y anillos cuando te vas a dormir.

 Probé de hacer uno con un solo color de tela. Estos son los restos del quilt que hice con mi hija y expuse en Ushuaia, en el faro del fin del mundo y que se llama Las doce estaciones. Repasen esta entrada a ver si descubren cual es la tela.

Y este es uno de mis fracasos. Alguien sabe como hacer uno cuadrado? Espero ansiosa las ideas para hacer uno con otra forma.

Esta es otra imagen que encontré creo que un blog
(gracias a quien corresponda)
Esa soy yo, que me pongo la navidad encima.
¡Me encanta la navidad!
Y eso que este año me agarró floja.
Aunque estoy segura de que antes de fin de año
 voy a pasar nuevamente por acá,
quiero dejar un saludo navideño muy grande para todos.

Nos vemos la próxima, un beso, Sil