Hola!
Estuve de paseo por unos cuantos blogs
y todas cosen a un buen ritmo
gracias al mal tiempo y al frío,
dos grandes aliados de las labores.
Y por acá por casa, a pesar de estar en verano,
hoy fue un día otoñal,
mucho viento, lloviznas, muy nublado
y apenas 15 grados, o sea la mitad o menos de lo habitual.
Puse manos a la obra y comencé por cortar una toalla de manos
que se manchó con tinta indeleble.
Cómo?
Cuando una de las camisas de mi esposo
se escapó con una lapicera de tinta en el bolsillo.
Esa punta la dejé, porque el borde de tela lo va a tapar
y así no quedaba tan chica la toalla.
Pasó de un tamaño grande a un tamaño pequeño
y la voy a usar para secarme las manos en el lavadero.
Corté una tela a lunares y me puse manos a la obra.
En ese momento, se rompe la aguja y cuando estoy
por cambiarla se cae el sistema que la sostiene
y la parte de atrás también.
Resultado: no pude volver a armarlo.
Un total misterio que no pude resolver
No hay mal que por bien no venga,
y el segundo irish chain tuvo su oportunidad.
Para comenzar, tracé unas líneas en diagonal
cruzando por sobre los cuadros lisos.
Una vez que termine con eso,
voy a ver como sigo, pero sí estoy segura
de que voy a agregarle algo más.
Lo mismo que al primero, aunque ya está terminado,
siempre se puede acolchar un poquito más.
